Consiste en reconectar al individuo gracias a un masaje de los puntos reflejos de la columna vertebral en los pies, las manos y la cabeza con su periodo prenatal y actúa a nivel emocional-mental.

El masaje metamórfico se llama también Técnica Prenatal y Metamorfosis. De esta manera recupera la fuerza vital y la energía que fue generada en el periodo de gestación, elimina los bloqueos de energía y potencia la autocuración.

El masaje metamórfico deshace cristalizaciones en el tiempo, produce un efecto placentero, relajante. Los efectos son diferentes en cada individuo, a veces son inmediatos notándose mejoría tanto a nivel físico como emocional. En otros casos se producen lentamente, a veces la persona no los nota pero si su entorno. Es especialmente recomendable para personas con minusvalías tanto físicas como psíquicas: síndrome de Down, autismo, problemas de aprendizaje, bloqueos emocionales.

En mujeres embarazadas, se establece un lazo de unión más profundo entre la madre y el nuevo ser.

Es decir el masaje se manifiesta por una transformación en nuestro comportamiento, nuestra forma de ser.